Naturaleza

El camping se encuentra en una posición ideal para los amantes de la naturaleza alpina: de hecho, la mayor parte del Valle del Gran San Bernardo sigue prácticamente intacta.
La considerable altura de gran parte del territorio, la escasa accesibilidad de las vertientes y la atenta gestión y protección del territorio favorecen la presencia de una fauna y una vegetación selvática raramente observable en otros lugares.
Aquí viven: corzos, ciervos, cabras montesas y antes, marmotas, liebres, ardillas y algún que otro zorro.
Varias especies de aves rapaces y, con un poco de suerte, se podrán admirar los revoloteos de una pareja de águilas.
En otoño es frecuente escuchar el estruendo de una batalla amorosa entre ciervos a escasos metros de la parcela.
Las excursiones en los alrededores permitirán observar interesantes variedades de flora alpina, desde las variedades más conocidas como el enebro, el arándano o el edelweiss a las más raras como la artemisia (de la que procede el famosísimo licor lugareño, el "génépy").
Los apasionados de las setas podrán encontrar porcini (Boletus edulis), rebozuelos o chantarelas (Cantharellus cibarius).
La recogida está abierta a todos, con algunos límites de cantidad